La espada en la literatura fantástica: de El Señor de los Anillos a Juego de Tronos

Desde tiempos inmemoriales, la espada ha sido uno de los objetos más poderosos y simbólicos en la historia de la humanidad, y su presencia en la literatura fantástica no es una excepción. A lo largo de las décadas, numerosas sagas literarias han hecho uso de la espada para dar forma a sus universos, desde la clásica Excalibur de la leyenda artúrica, hasta la mágica Diente de León en la obra de Andrzej Sapkowski, “The Witcher“. Pero sin lugar a dudas, dos de las más influyentes series literarias del género fantástico, “El Señor de los Anillos” y “Juego de Tronos”, han hecho de la espada todo un objeto de culto dentro de sus relatos.

“El Señor de los Anillos”

La trilogía literaria de J.R.R. Tolkien, publicada originalmente entre 1954 y 1955, es sin duda una de las obras más importantes de la literatura fantástica y una de las grandes influencias en la cultura popular de la época. En este mundo creado por Tolkien, la espada no solo sirve como arma en las batallas épicas, sino que es un símbolo de la valentía y de la determinación de los hombres y elfos que luchan por proteger la paz de la Tierra Media.

La espada más emblemática de “El Señor de los Anillos” es, sin duda, Andúril, la espada de Aragorn. Esta legendaria arma fue forjada a partir de las dos espadas rotas de la Casa de Isildur, y se la describe como una espada magnífica capaz de cortar el acero como si fuera mantequilla. Andúril no solo es un objeto de gran poder, sino que también es un símbolo del linaje y la película del portador de la espada, quien debe ser digno de ella para poder reclamarla como propia.

Otra de las espadas más icónicas de “El Señor de los Anillos” es la espada mágica de Gandalf, Glamdring. Esta espada, forjada muchos siglos atrás para matar a los orcos y goblins, no solo es capaz de iluminarse y cegar a sus enemigos, sino que también es un objeto de gran importancia en la lucha contra el mal en la Tierra Media.

“Juego de Tronos”

A diferencia de “El Señor de los Anillos”, en “Juego de Tronos” de George R.R. Martin, la literatura fantástica se centra en la lucha por el poder en un mundo brutal y lleno de traiciones. En este mundo, la espada no solo es un arma, sino que representa el poder y la autoridad de sus dueños. Las espadas están forjadas con acero valyrio, un material ficticio que se encuentra solo en las ruinas de Valyria, y suerte en el mundo es extremadamente valioso.

En este mundo de “Juego de Tronos”, cada casa noble tiene su propia espada icónica. Una de las espadas más famosas es Hielo, la espada gigante de la Casa Stark. Esta espada se forjó hace más de cuatrocientos años y ha pasado de generación en generación en la familia desde entonces. Después de la ejecución de Ned Stark, su espada fue confiscada y fundida para forjar dos espadas de acero valyrio más pequeñas, que ahora son propiedad de la Casa Lannister.

Otra de las espadas más famosas de “Juego de Tronos” es Guardajuramento, la espada de Jon Nieve. Esta espada fue regalada por el comandante Mormont, y es una espada única tanto por su tamaño como por su pomo en forma de lobo huargo.

Pero tal vez la espada más icónica de “Juego de Tronos” sea Colmillo de Acero, la espada de Arya Stark. Esta espada, que anteriormente era propiedad de su hermano mayor Robb Stark, fue regalada a Arya por su medio hermano Jon Nieve antes de partir a la Guardia de la Noche. La historia detrás de esta espada y su conexión con la familia Stark la convierten en un objeto de gran poder y simbolismo dentro del universo creado por George R.R. Martin.

Conclusión

La espada, un símbolo de poder y valentía, ha sido un elemento recurrente en las historias de la literatura fantástica desde su origen. “El Señor de los Anillos” y “Juego de Tronos” son dos de las sagas literarias más influyentes del género, y en ambas, la espada se ha erigido como un objeto icónico y de gran importancia. Andúril, Glamdring, Colmillo de Acero y Guardajuramento son solo algunas de las espadas más famosas de la literatura fantástica, y su legado perdura hasta nuestros días gracias a las adaptaciones en la gran y pequeña pantalla. La espada seguirá siendo un objeto icónico en la literatura fantástica y seguirá cautivando a los lectores y espectadores por igual en el futuro.